Lun - Vie 10:00 a 17:00h“Fuera del agua, no soy nada” –Duke Kahanamoku
Aprender a nadar…
Uno de los tramos mas difíciles y más satisfactorios de nuestra niñez. La playa nos atrae desde el momento en el que observamos por primera vez la inmensidad del mar. Aprendemos rápido a mantenernos a flote para poder disfrutar del océano en todo su esplendor, siempre sin perder de vista esas columnas flotantes que llamamos olas. Las olas divertidas o “traicioneras” pueden sumergirte sin previo aviso, así que ten siempre presente esa frase que repiten mucho los marineros “Nunca le des la espalda al mar”. Y para que por sorpresa no te pillen despistado, y a golpe de salitre te den vueltas cual lavadora, lo ideal es aprender a domarlas.
Fuerteventura es sinónimo de SURF (y de todo aquello que implique un vínculo entre una tabla y tú, el viento y el mar como escenario). Las olas enganchan y aquí podemos presumir de contar con algunos de los mejores spots para la práctica de este increíble deporte.
En Corralejo el viento es constante, la estacionalidad no es un impedimento porque el clima se mantiene intocable de Enero a Enero. Si restamos algún día en el que los turistas con planes de descanso gozan con la quietud del mar, (y en el que los surfistas por el contrario, se miran aburridos) el resto del año el tiempo hace las delicias de aficionados y profesionales de todas partes del mundo. Nuestro “micro-clima” tiene un pacto ancestral con los Alisios y por tanto con el SURF.
Corralejo, 08:30 AM- Cualquier día del año.
Sale el sol y la orilla de la carretera que bordea las Grandes playas de Corralejo amanece plagada de furgonetas sin ocupantes. Cubiertas con tablas, esperan impacientes el “momento perfecto” y adornan el paisaje haciéndonos intuir que muy cerca alguien va a comenzar su día, subido a una ola. Ojos brillantes que escrutan el horizonte y controlan el viento, “el día está perfecto para vivirlo en el agua”.Subirse a una tabla es sinónimo de libertad, es una terapia para el alma vinculada únicamente a su propio culto. Por ello el esfuerzo físico y mental pasa desapercibido frente a la capacidad de disfrute y la concentración hace que pierdas la noción del tiempo. Cuando el sol advierte su retirada en tu mente retumba la frase:
Una ola más…solo una ola más…
Nuestra geografía imponente hace participe a la vida cotidiana del llamado viento Off-shore y nos empapa con eso que los riders llaman “tubos”. El mar se ordena en series donde se aguanta la pared de la espectacular ola y así se genera el magnífico tubo equivalente a un regalo de navidad en la vida de un surfista.
Estas aguas cristalinas con sus fondos marinos de riqueza incalculable son sede de los circuitos más importantes a nivel mundial, por ello numerosos riders escogen Fuerteventura para entrenar el resto del año. La isla se vuelve parada obligatoria en sus agendas y también en la de los amantes del surf que por placer nos eligen para disfrutar de este deporte mágico.
Igual hablamos de surf como lo hacemos de windsurf, kitesurf, bodyboard etc… La familia se divide en varias modalidades que vienen acompañadas de complementos característicos como la cometa o la vela y que lejos de restarle atractivo intensifican las sensaciones y hacen única cada actividad.
¡Si nunca lo has probado, tienes que vivirlo!
Esta cultura se vive tanto dentro como fuera del agua. Las calles de Corralejo, sus paseos y bares, respiran surf y en ellos se mezclan turistas con gente que habla de la dirección del viento, de radicales, de olas largas y de orilla, pero sobretodo personas que viven la vida intensamente, disfrutando cada momento. En definitiva; un “estilo de vida” que en Fuerteventura se extiende de norte a sur.
“Surfear es increíble pero descansar es vital”, por eso entre las normas para surfistas que vienen a este paraíso se encuentran: Contemplar el paisaje, pasear por la playa, venir con amigos, comer comida típica, relajarse en algún lugar increíble, escuchar buena música y recargar pilas para repetir la experiencia al día siguiente. Una lista de requisitos indispensables para completar la emoción que produce subirse a una tabla.
¿Todavía no has experimentado el surf en Fuerteventura?